LA RELACIÓN MEMORIA-EMOCIONES
La memoria y las emociones van de la mano en muchos sentidos, los procesos cognitivos en muchas ocasiones relacionan a estas dos, ya que los recuerdos que tenemos van en conjunto a un nodo de nuestras emociones y son clasificados semánticamente.
¿Qué es la memoria?
La memoria es la capacidad de adquirir, almacenar y recuperar información. Somos quienes somos gracias a lo que aprendemos y recordamos.
¿Qué son las emociones?
Según James y Lange las emociones son una secuencia de sucesos que comienza con la ocurrencia de un estimulo y finaliza con una experiencia emocional consciente.
Un proceso cognitivo es la habilidad y capacidad de entender, relacionar y procesar información a través de la percepción.
Varios estudios de las ciencias cognitivas han confirmado que los procesos emocionales pueden tener influencia sobre estos mismos.
Mientras la cognición se ha relacionado con el conocimiento y la experiencia (procesos voluntarios), la emoción se ha asociado a la experiencia subjetiva (procesos automáticos).
El estado emocional influye en los procesos cognitivos, especialmente en la memoria, según Bower.
El argumento más sólido a favor de la automaticidad del procesamiento de estímulos emocionales está basado en el carácter adaptativo que tienen las respuestas emocionales.
Una de las funciones destacadas de las emociones es potenciar la memoria. En la medida en que las cosas nos provocan una emoción, quedan plasmadas en nuestro cerebro, influyendo en los estados orgánicos futuros.
Cada emoción posee una unidad específica (o nodo) en nuestra memoria. Estos nodos están unidos a otros semánticamente.
Lo que se aprende estando en cierto estado de ánimo, de recuerda mejor estando en el mismo estado de ánimo, ya que al estar ordenado de esta manera, los nodos de las emociones llegan a hilar los recuerdos y los relacionamos más fácilmente.
Cada vez que percibimos una situación vivida como amenazante la corteza cerebral recibe y procesa la información. Aparece miedo, desasosiego, inquietud. El hipocampo rastrea en el “archivo de experiencias” tratando de reconocerla, de obtener datos pasados de la misma, pueden aparecer respuestas instintivas como ataque, huída, inhibición, etc.
Esto puede ser usado a nuestro favor en muchas ocasiones, por ejemplo, al estudiar, lo que intentamos es memorizar información. Esta tarea a veces se puede volver muy difícil o tediosa. Una buena técnica para lograr memorizar las cosas más rápido es poner tu música favorita y estudiar mientras la escuchas, de este modo, el estudio se podrá relacionar con un recuerdo agradable y será recordado más fácilmente. Esto depende mucho del tipo de aprendizaje que tengas, por supuesto.
Las emociones y la memoria en los niños
Diversos factores tanto individuales como ambientales modulan la memoria de sucesos emocionales. Por ejemplo, la edad es uno de los factores que regulan la memoria en los niños, ya que existen marcadas diferencias con respecto a la cantidad de información que los niños de distintas edades recuerdan, y a la exactitud con que lo hacen (Goodman et al., 1994; Merritt et al., 1994; Salmon, Precio & Pereira, 2002).
Blair (2002) sugirió que probablemente la cognición y la emoción se integran durante la etapa escolar. Más específicamente, la edad preescolar es una etapa del desarrollo que se relaciona con un cambio fundamental que atraviesan la mayoría de los niños en su escolarización, que es el pasaje del jardín de infantes a la escuela primaria. Esta transición constituye un momento importante en el desarrollo, ya que viene acompañada por cambios y demandas tanto internas (individuales) —exigencias emocionales, físicas e intelectuales relacionadas con la adquisición de las diversas habilidades académicas (Graziano et al., 2007)— como externas (socioambientales), a las que los niños deben adaptarse.
Esta es la razón por la cual muchos de nuestros miedos y nuestras fobias provienen desde nuestra infancia. Al ser más pequeños, somos más susceptibles a los cambios y a las diferentes experiencias experimentadas.
En conclusión, podemos entender que la memoria y las emociones tienen una conexión bastante fuerte, que van de la mano en varias cuestiones tales como la clasificación de los recuerdos, la percepción de las cosas, entre muchos otros. También tiene que ver con la etapa en la que estuviéramos mientras tuvimos estas experiencias.
Bibliografía:
- http://blogdepsicologia2bach.blogspot.mx/2011/02/la-memoria-humana.html
- http://www.psicocode.com/resumenes/4EMOCION.pdf
- http://www.psicologia-online.com/pir/la-emocion-y-su-relacion-con-otros-procesos-psicologicos.html
- http://e-ciencia.com/blog/divulgacion/memoria-y-emociones-%C2%BFestan-relacionados/
- http://www.mental-gym.com/Docs/ARTICULO_70.pdf
- http://intersecciones.psi.uba.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=263:-memoria-y-emociones-en-los-ninos&catid=17:investigaciones&Itemid=1
Sorprendente no tenía idea de que las emociones tuvieran tanto que ver con la memoria es tal como lo explica la película de intensamente
ResponderBorrarSí, las emociones afectan mucho, ¡como en Instensamente!
BorrarSi, esto de acuerdo con que las emociones se quedan guardadas en la memoria y las afectan. Pero, suponiendo el caso de un trauma (que se denomina como un Suceso que marcó nuestra memoria (en este caso)) ¿cómo afectan las emociones actuales a ese trauma? Con esto me refiero a que si vives una emoción fuerte que retrotrae el Suceso traumático. ¿Por qué?
ResponderBorrarEsto sucede porque nuestro cerebro tiene un sistema de auto-defensa, al notar que un suceso te ha marcado de una manera tan fuerte, que el mismo recuerdo te esté haciendo daño incluso en el presente, los bloquea para que éste no te siga afectando. Saludos.
BorrarWow… muchísimas gracias por responder!
BorrarDe nada, buen samaritano.
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ResponderBorrarBueno me parece interesantes tus opiniones
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ResponderBorrarCulo
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Culo